La fuerte escasez de equipos que vivió la industria audiovisual en 2022, que aún hoy persiste, aunque en menor medida y afectó la recuperación del mercado tras la pandemia, deja cambios importantes en la forma en que funcionaba la industria, comparado con el periodo previo a 2020.
Ante la falta de los equipos especificados para los proyectos y la necesidad de brindar una solución al cliente final, los integradores se vieron obligados a buscar nuevas opciones por fuera de las marcas que tradicionalmente usaban, que ofrecieran calidad y disponibilidad de producto. Así, se abrió el camino para marcas pequeñas o poco conocidas que brindan soluciones de alta calidad.
Con esta situación, los integradores también se dieron cuenta que la evolución tecnológica de la industria audiovisual ha alcanzado una madurez, al punto que los equipos de diferentes marcas para una misma solución ofrecen las mismas capacidades técnicas y son otros factores los que hoy influyen en la decisión de compra.
Además de la disponibilidad de equipos, el servicio en la pre y post venta, el soporte técnico, la capacidad de respuesta casi que inmediata a cualquier requerimiento, el respaldo local de la marca bien sea propio o a través de sus distribuidores, son algunos de los servicios diferenciales que hoy se buscan, más allá de ser una marca reconocida y posicionada.
Sin duda, el futuro inmediato de la industria audiovisual es muy interesante.