Las instituciones educativas requieren en su planta de personal sea propia o por un tercero un administrador de redes de datos que tenga conocimiento de redes audiovisuales.
Juan Tamayo*
Han pasado casi 4 años desde que el mundo cambió, pasamos encerrados y con soluciones mágicas de audio y video que podían instalarse en salones para realizar salas hibridas para la transmisión de clases remotas. En el 2022 la gran mayoría de esas soluciones ya estaban guardadas o archivadas, llenándose de polvo.
La gran mayoría de diseños no sobrevivieron y desafortunadamente las instituciones educativas perdieron grandes sumas de dinero en la evolución tecnológica, y generando desconfianza del mercado de instalación profesional audiovisual.
En esta columna de opinión no buscaré atacar a quienes realizaron las ventas, ya que son varios factores los que se tendrían que analizar. Inclusive, no los puedo culpar porque había escasez de productos, necesidad alta de compra y básicamente se generó la relación más antigua del mundo: la oferta y la demanda. Lo que sí deseo hacer, es dar algunos puntos claves para el desarrollo de proyectos audiovisuales, pueden o no pueden estar de acuerdo, pero sí me gustaría que comentaran y generemos un debate sano que ayudará a construir un mejor mercado.
El primer punto clave que deseo compartir es NO EXISTE UN PRODUCTO TODO INCLUIDO. Y hago la aclaración, para el desarrollo de salones híbridos de más de 5 estudiantes presenciales, es casi imposible encontrar una solución todo incluido. El audio y el video son elementos físicos complejos, que requieren que cada elemento tenga el mejor desempeño individual más la capacidad de sumarse a otros elementos. Estos salones requieren un diseño espacial y especial.
Las instituciones educativas requieren en su planta de personal sea propia o por un tercero un administrador de redes de datos que tenga conocimiento de redes audiovisuales. Y hago la aclaración, DEBE CONOCER REDES DE AUDIO Y VIDEO. Ya que el formato de empaquetamiento de redes de datos trabaja con protocolos multicast, que a diferencia de las redes convencionales son unicast. Mejor dicho, los equipos de audio y video al ser ingresados en una red convencional de redes de datos serán vistos como posibles virus informáticos, por la cantidad de información que se comparte.
El diseño audiovisual para los salones educativos son generalmente diseños constantes, no varía mucho el concepto de ubicación de elementos. Por lo tanto, su diseño no es complejo a no ser que los espacios sean completamente diferentes. Por tal motivo, siempre he recomendado que si una institución educativa desea realizar una inversión en equipamiento tecnológico lo haga por etapas. La primera etapa puede ser un solo salón demo, en donde se hagan todas las pruebas de conectividad y calidad en audio, video y su transmisión a través de plataformas de video llamada o conectividades remotas. Actualmente las ramas legales han evolucionado mucho, se pueden realizar pólizas de cumplimiento de calidad de instalación de proyecto. Si el proyecto desarrollado no satisface las necesidades contempladas se pueden aplicar estas pólizas.
Si la institución educativa no tiene conocimiento de audiovisuales, no hay problema, el mercado técnico ofrece diferentes alternativas para aprender a adquirir elementos de conectividad. Lo primero es preparar al personal interno, existen diferentes universidades que ya ofrecen en su currículo materias, cursos, diplomados que tienen que ver con el desarrollo de proyectos audio visuales. En lo posible certifique su personal CTS (Certified Technology Specialist – en español Certificado Técnico Especialista).
Adicionalmente exija en los procesos de contratación que su proveedor posea certificaciones y que esté afiliado a organizaciones internacionales del gremio audiovisual, esto no será una garantía perfecta de que el proyecto se ejecute correctamente, pero si cerrará la posibilidad que cualquiera venda equipos, y permitirá que encuentre una empresa que le ayude a solucionar un problema de conectividad.
Hace algunos años estoy desempeñando el papel de interventor o consultor en tecnología. Mi trabajo es básicamente ser la mano derecha del cliente que no posee conocimiento tecnológico, para ayudarlo a tomar la mejor decisión del proyecto. He aprendido que no es vender equipos, es ayudar a comunicarse a las personas, ese cambio de mentalidad me ha permitido ser eficiente en el desarrollo del proyecto, y este punto me lleva a la última recomendación de esta columna de opinión.
EVALUE CONSTAMENTE EL DESARROLLO DEL PROYECTO, los proyectos que desde el diseño empiezan a ser evaluados tienen una mejor efectividad de desempeño al final del proyecto. Si este proyecto no es evaluado constantemente posiblemente cuando se finalice el cliente no estará satisfecho porque no cumplió las expectativas esperadas.
El correcto desarrollo de un proyecto de acuerdo con los lineamientos de organizaciones internacionales ayuda a la eficiencia del recurso económico, y en países de nuestras latitudes cualquier dinero bien invertido se convierte en el mejor tesoro tecnológico a ser cuidado, así que la gran invitación es a capacitarse para poder desarrollar estos proyectos. Con gusto desde AVI Latinoamérica los podemos dar algunas ideas de cómo hacerlo.
Si desea anexar información que le ayude a otros a desarrollar proyectos por favor comente este artículo, colaboremos en crecer la comunidad. Si desea conocer sobre mis servicios de consultor, déjenos el mensaje, lo contestaremos lo más rápido posible.
*Juan Tamayo, CTS-D, es ingeniero electrónico y actualmente se desempeña como Gerente de T-Árbol Audiovisuales SAS, ingeniero de aplicaciones de producto para América Latina de International Sales e Ingeniero de Soporte para Synthax Inc.
Otro punto es que probablemente algunos de los equipos que actualmente no satisfacen las expectativas de uso es porque definitivamente no fueron bien dimensionados, pero que haciendo una reubicación en otro espacio tengan una segunda oportunidad.
Otro punto es que probablemente algunos de los equipos que actualmente no satisfacen las expectativas de uso es porque definitivamente no fueron bien dimensionados, pero que haciendo una reubicación en otro espacio tengan una segunda oportunidad.