Los procesos educativos cada vez se soportan más en la tecnología para responder a los retos de las personas que viven conectadas siempre y de los niños que hoy son nativos digitales.
Bajo este panorama, también ha hecho carrera el concepto de experiencia de usuario en las instituciones educativas, partiendo de las soluciones que ofrece la industria audiovisual y que fortalecen este proceso.
Ya no solo se habla de proyectores y pizarras interactivas o sistemas de videoconferencia y telepresencia que facilitan la labor del docente. Hoy se busca también que los dispositivos personales de cada estudiante, independiente del grado, sean una herramienta integrada al aula que permita clases más dinámicas y colaborativas.
Uno de los ejemplos más recientes está en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo en México, la cual dotó su espacio con diferentes tecnologías AV para facilitar los procesos educativos de los estudiantes de medicina.
Como resultado, cuentan con tecnología AV en una sala de cirugía, auditorios divisibles, salas de reuniones, salones de clase, salas de simulación con cámaras de Gesell, y un aula de prácticas, con interacción entre sí y una coordinación y administración centralizada. Y este es solo uno de los muchos ejemplos que se pueden encontrar en América Latina.
Gracias al desarrollo tecnológico, la creatividad y capacidad de los integradores al servicio de la educación, hoy la industria audiovisual permite que estudiantes y docentes también puedan vivir una experiencia de usuario sorprendente.