Internacional. Para hacerle frente a la difícil situación que enfrenta, el fabricante asiático Sharp está estudiando un agresivo plan de reestructuración de sus negocios, que incluye el retiro de algunas de áreas en que tiene participación actualmente.
Una de las principales medidas sería la de focalizar su negocio en la fabricación de pantallas LCD para teléfonos inteligentes y tabletas, para lo cual buscaría realizar desinversiones en los segmentos de aire acondicionado y fotocopiadoras.
La reestructuración también incluye la reducción del número de sus empleados. En total serán 5.000 empleados los que saldrán en las sedes ubicadas alrededor de todo el mundo, mediante un plan que irá hasta el 2013. Entre los que saldrán están candidatos a jubilaciones anticipadas.
Además, la compañía buscará capital externo y alianzas que le permita modernizar su planta de producción de pantallas LCD para teléfonos inteligentes y tabletas, y así poder enfocarse en este segmento. Parte de estas alianzas comenzaron a comienzo de año tras juntarse con un fabricante taiwanés para la fabricación de pantallas LCD para televisores.
Todos estos cambios buscan recuperar el buen camino de la compañía, que el año pasado tuvo pérdidas cercanas a los 2.600 millones de euros. En los primeros meses de este año continuó la tendencia.
Estas son las medidas adoptadas por el nuevo presidente de Sharp, Takashi Okuda, quien asumió el pasado primero de abril y cuenta con más de 30 años de experiencia en la empresa.