Perú. Fueron 24 altavoces autoamplificados Meyer Sound, una consola digital SD8 de DiGiCo, más de 100 instrumentos de iluminación y cuatro generadores de 200 Kw, los que requirió la compañía dB LUX SAC para organizar la celebración del centenario del descubrimiento de Machu Picchu.
Esta instalación significó un gran reto logístico. Debido a la ubicación de la ciudad perdida de los Incas, para el transporte del inventario de la producción se necesitó tren, camión y hasta trabajadores locales que los cargaron, a veces por más de 500 metros por pendientes empinadas y a menudo con fuertes aguaceros.
Además de los equipos mencionados, hubo un complemento de la compañía Meyer Sound compuesto por diez altavoces UPQ-1P, cuatro subwoofers 500-HP para el FOH, los sistemas de efectos, diez monitores de escenario UM-1P y un sistema para el control de altavoces con un procesador Galileo 616.
Según explicó Andrés Cuadros, socio de dB LUX SAC con sede en Lima, los organizadores de la celebración buscaban entregar música tradicional, sinfónica y popular a los espectadores reunidos en las terrazas ubicadas en las verdes laderas.
Agregó que este montaje necesitó de una “ligera huella ecológica” para minimizar el impacto sobre el medio ambiente, debido a que Machu Picchu esta protegido por ser Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Y por la misma razón, la celebración estuvo limitada a 700 espectadores.