Internacional. Como una medida de protección al medioambiente y de ahorro energético calificaron las autoridades de la Unión Europea la prohibición de la venta de lámparas incandescentes a partir del primero de septiembre.
Aunque todos reconocen los beneficios y buenas intenciones de la medida, las críticas no se han hecho esperar debido a los costos que implicará para los habitantes de la zona, pues el precio de una lámpara incandescente se puede triplicar en comparación con una fluorescente, y con una LED la diferencia es aún mayor.
Pero los promotores de la medida han salido al paso a estas críticas asegurando que los beneficios medioambientales, el ahorro energético y la vida útil de los productos de iluminación de nuevas tecnologías justifican el costo inicial del producto.
Además, los fabricantes han señalado que tras esta medida muy seguramente los precios de los productos de iluminación de nuevas tecnologías bajarán sus precios en la zona euro durante los próximos años.
Europa sigue así la tendencia mundial de eliminar la venta de las luces incandescentes, como ya lo han hecho otros países.
En América Latina hay algunos casos particulares como Colombia, donde se prohibio desde hace un año la venta de estas luminarias. Además, en Brasil y Argentina los gobiernos y los fabricantes están promoviendo el uso de las nuevas tecnologías en reemplazo de las luces incandescentes.